Misión
Somos una institución garante en la defensa de derechos de los niños, niñas y adolescentes del área metropolitana del Valle de Aburrá y algunos municipios del departamento de Antioquia. Comprometida en propiciar a esta población un ambiente seguro y cálido para contribuir a su protección, desarrollo y formación integral a través de espacios adecuados y un recurso humano calificado con vocación de servicio para su cuidado y acompañamiento permanente.
Nuestra Visión
Ser en 2022 una institución líder, referente en el municipio de Envigado, reconocida por brindar apoyo, bienestar y protección a los niños, niñas y adolescentes, a quienes sus derechos les han sido vulnerados, amenazados o inobservados; comprometida con su desarrollo cognitivo, emocional y físico, para favorecer a una formación integral que les permita mejorar su calidad de vida.
RESEÑA HISTÓRICA
La corporación Elena y Juan fue fundada en 1992, con personería jurídica Nº 41677 de la Gobernación de Antioquia el 26 de septiembre de 1995, inscrita en la Cámara de Comercio el 30 de julio de 1997, en el libro 1 bajo el Nº 2775; se constituyó como una entidad sin ánimo de lucro, privada de carácter social y de beneficio común, denominada Corporación Elena y Juan.
Esta obra se inició en el municipio de la Estrella, para establecerse más tarde en el municipio de Envigado donde hoy se encuentra ubicada. Es el resultado del trabajo, dedicación y liderazgo de su fundadora y actual directora la señora María Cristina Calle y el apoyo del padre Álvaro Murillo, fundador y director de “Amigos de la Infancia” entre muchas otras obras. La señora María Cristina Calle manifiesta que desde muy pequeña sintió gran interés por la labor social; esta aptitud se refleja en el amor, cuidado y entrega, brindados a cada uno de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se han beneficiado durante su permanencia en el hogar.
Desde sus inicios la corporación ha encaminado sus esfuerzos en favor de la población infantil del área metropolitana del Valle de Aburrá y algunos municipios del departamento de Antioquia, procurando ofrecer un entorno saludable de manera especial a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se han visto afectados por las diferentes problemáticas en su contexto familiar o social.
A la fecha se ha prestado atención a más de 800 niños, niñas, adolescentes y jóvenes en temas de atención integral; lo que le ha permitido consolidarse con un reconocimiento social, estatal y privado, frente a la misión de mejorar la calidad de vida de la población a la cual presta sus servicios.
En la actualidad se encuentran vinculados a la corporación cerca de 140 niños, niñas, adolescentes y jóvenes; el hogar funciona las 24 horas de lunes a viernes, durante el fin de semana se atienden los servicios básicos de algunos menores y jóvenes. Todos reciben los servicios de alojamiento, alimentación, educación, salud y recreación.
María Cristina Calle
Bajo el propósito inicial de ser un hogar que procura amparo y cuidado para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; el mayor interés para María Cristina Calle su directora además de ofrecer un entorno protector adecuado, ha sido la posibilidad de brindar amor, respeto y un trato digno; lo que se refleja en el inmenso cariño que le manifiestan todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; así como la admiración de las personas que conocen de cerca la entrega y dedicación de “MAMILU” como la llaman los menores.
María Cristina Calle es consciente de su compromiso para garantizar las necesidades básicas, pero también tiene un propósito claro y es el de formar mejores seres humanos, personas de bien con principios y valores; para esto es necesario crear la conciencia de que el mayor bienestar para los niños, niñas y adolescentes es su permanencia en el Hogar Elena y Juan, donde cuentan con una familia, con la presencia de una madre que ama y cuida pero ante todo, están protegidos de los riesgos y peligros a los que están expuestos en sus entornos de origen donde se presentan problemáticas como: abandono, familias disfuncionales, condición de pobreza y situaciones de violencia. La permanencia en el hogar de los menores y los jóvenes, se traduce en mejores condiciones para su desarrollo integral y contribuye a un mejor futuro para ellos.
